Top ten - Mejores citas

Este año en que estoy más sola que un matorral rodante en una película de vaqueros, he decidido concentrarme en el lado bueno de las cosas: he tenido días realmente espectaculares sin que tenga que ser precisamente catorce de febrero.

Y es que resulta que el catorce de febrero suelo no tener novio por unas y otras cosas... y además cuando he tenido novio ese día, curiosamente no siempre sale como uno lo planea.

Así que, como recordar es volver a vivir y ya hice otro post de "peores citas", creo que es justo y necesario colocar su contra parte.

Creo que lo justo sería ir en orden ascendente, veamos si junto 10.

10. Sandwiches y lluvia: Tenía poco que salía yo con A. y le había dicho que ya estaba cansada de andar en sitios comerciales y llenos de gente. Para variar un poco las cosas le preparé sandwiches. (No sabía en ese entonces que A. es muy delicado con la comida y casi no come picante, mucho menos especies y en general es muy cuidadoso con su alimentación). Lo malo del día fue que empezó a llover... Pero comimos los sandwiches en su auto e hicimos un picnic en interiores con música que nos gustaba a los dos. Muy lindo y memorable.

9. En la boca de la serpiente: F era un romántico empedernido y le dio por armar nuestra primera cita en CU. Aunque yo iba diario a CU nunca había visitado la zona escultórica, así que me invitó a pasear por allí. Era de noche y había luna llena. Como la inconsciente estudiante que era yo llevaba una falda larga y huaraches... y a F. se le ocurrió que ir a brincar en "la serpiente" iba a ser una gran idea. (De hecho si lo fue, aunque yo tuve miedo de caer y morir varias veces). El paisaje era inmejorable y al terminar F. se subió a la escultura que representaba la cabeza de la serpiente. Lamenté mucho no haberle tomado una foto, se veía increíble alumbrado por la luna llena.

8. Coronas de flores: A. me llevó a visitar Toluca. Acababa de morir la esposa de Peña Nieto y todo estaba cubierto de flores: la plaza principal, el municipio. Había un suave olor a flores muertas por doquier. Entramos al jardín botánico y A. me tomó muchas fotos, algunas de las cuales siguen siendo mis favoritas.

7. Jazz, tacos y café: Quedé de verme con R. muy temprano para un concierto de Jazz en el Palacio de Bellas Artes. Interpretaron Jazz para niños y salimos muy contentos rumbo al salón Corona. Me retó a comer tacos de moronga, cosa que aún no sé como hice porque el primer mordisco me provocó arcadas. Aún así gané la apuesta y me gané un café en un sitio mono de la calle de Madero.

6. A la sombra del león: L. pasaba por mí al trabajo y caminábamos juntos por Reforma o nos quedabamos de ver en el Sanborns de Humboldt y platicábamos sobre política y la vida. Una tarde fuimos a comprar chocolate y nos lo tomamos a la sombra del ángel de la Independencia, en las escalinatas, en lo que caía la tarde y se acababa su caja de cigarros. De regreso al metro me prestó  su chamarra.

5. Gomitas en los jardines: Era mi cumpleaños pero I. no ganaba mucha plata, así que saliendo de la escuela fuimos a comprar gomitas de sabores a su tienda favorita de dulces. Luego caminamos hacia un parque cercano y él sacó un pastel de la mochila. Lo partimos y nos quedamos un rato viendo como los niños jugaban y haciendo planes para el futuro. Disfruté mucho el pastel.

4. Llovizna en los Víveros: Nuevamente era mi cumpleaños fui con L. a los Vìveros de Coyoacán y la verdad no corrímos ni un poquito. Nos la pasamos escuchando música en su iPod y me dedicó Llovizna... Así es amar, querida mía, sin esperanza.


 3. 14 de febrero cliché: Era 14 de febrero y habíamos quedado de ir a ver a unos amigos al Sanborns de los azulejos. Como eran amigos en común, en cuanto R. vio que la conversación languidecía me llevó a buscar libros a una casa de viejo donde tenían bodegas. El sitio parecía la casa de Aura, de Carlos Fuentes. Al salir me dijo que me invitaba a cenar pizza en su casa y al llegar me presentó a su madre y me dio pequeños regalos lindos e ingeniosos, además de los libros, que nunca faltaban entre sus obsequios cotidianos.

2. Tarde/No tan tarde: Llegué muy tarde a esa cita. Todavía no se acostumbraba usar celulares y encontré a G. leyendo, como de costumbre. Ya tenía yo mucha hambre y sólo se le ocurrió llevarme a comer una torta. de música había canciones de Paulina Rubio y le dije que por desgracia lo recordaríamos siempre. Al menos yo lo sigo recordando. Luego fuimos al cine a ver una película francesa. La tarde se extendió mucho, el sol parecía no quererse poner.

1. Llegar muy lejos: A. me citó en el parque de la ciudadela para ir a visitar el Centro de la Imagen. Sin embargo tardó en llegar, así que yo me puse a platicar con un payaso que me hizo la plática. Desde entonces A. asegura que lo cambio por el primer payaso que se pone enfrente.... Pero en cuanto A. llegó yo tenía ya una flor de globo que anduvimos cargando en toda la cita. Fuimos al Centro de la Imagen, a bailar en la ciudadela, a comer en Carl`s Junior y me iba a llevar a Teplozotlán, pero ya no lo dejé.

1 comentario:

Espaciolandesa dijo...

Muy lindas y memorables.

Yo soy muy mala para esas cosas...

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